Los altos mandos del US Army han venido estudiando los cambios paradigmáticos producidos en los conflictos modernos , sobre todo los últimos 5 años, aunque en un nivel de guerra asimétrica o de baja intensidad es extrapolable a conflictos de mayores dimensiones.
Una de las lecciones aprendidas es que las líneas de suministros/cadenas logísticas no serán defendibles de manera convencional a como se venia haciendo hasta entonces, siendo la razón principal la desaparición de los espacios de batalla tradicionales como la primera línea, los flancos o la retaguardia, por lo que los enfoques de como se proporciona la logística y como se defienden han de evolucionar.
Por lo tanto "las fuerzas terrestres no podrán depender del suministro y apoyo logístico tradicional de gran volumen. Es posible que se requiera que las unidades de primera línea en batallas futuras operen durante una semana o más sin reabastecimiento de combustible, agua o municiones, y con un acceso potencialmente limitado a atención médica avanzada o evacuación médica. "Los líderes deben estar capacitados para ejecutar la disciplina logística para garantizar el éxito en un campo de batalla austero e intermitente de múltiples dominios", advierte el documento titulado "Reducción de la demanda: establecer condiciones para habilitar la batalla de dominios múltiples".
Actualmente el Ejercito de los EEUU esta desarrollando una labor doctrinaria para definir las operaciones logísticas en entornos disminuidos o denegados multidominio. Entre las cinco soluciones que se plantean están:
1. Proteger la línea de suministro: comenzando por las amenazas planteadas en el territorio metropolitano, mientras el apoyo esta siendo gestionado, embarcado y trasladado a la zona de combate, este es vulnerable a los ataques cibernéticos. Una vez en la zona operativa se ven beneficiados por la protección a las amenazas cinética tradicionales del enemigo por la sombrilla de la superioridad aérea local, pero añadiendo mejoras a las capas IADS necesarias en entornos denegados de las áreas de combate donde no halla tal apoyo aéreo.
2. Reducir el consumo y mejorar la eficiencia : actualmente se esta modelando la conservación de energía en las bases metropolitanas para que luego se aplique alas unidades desplegadas, de tal manera reduzcan los costos al mismo tiempo que puedan operar durante una semana o más sin ayuda externa, especialmente en términos de servicios públicos. En las instalaciones, la conservación de energía incluye pasos como capturar la lluvia. En el campo de batalla, donde el agua es un recurso precioso, el objetivo es reducir el peso del agua y todo lo que llevan los soldados. El transporte de combustible se puede reducir al mejorar la eficiencia de los motores. También se esta promoviendo el uso ampliado de armas de energía dirigida para reducir el peso de las municiones tradicionales.
3. Producir en el lugar: las tecnicas actuales de reciclaje y purificación de agua es un ejemplo de la mención, aunque también se avanza en la investigación de la generación de energía eólica, solar o biomasa, así como métodos de transmisión de la misma, siendo la tecnología inalámbrica el principal esfuerzo de desarrollo. Otra alternativa es, en combates urbanos aprovecharse de la red de energía local. Otros avances vienen de las tecnologías de captación de energía, como equipos portátiles que generan energía a través de movimiento, en la bota, en la pierna o las mochilas. También se estudia producir hidrógeno con un polvo a base de aluminio o incluso la orina. La tecnología de impresión 3D ayudara además a reducir los requisitos de piezas y partes de para mantenimiento.
4. Dejar que el robot lo haga: Los sistemas autónomos y la robótica pueden realizar muchas tareas con una demanda reducida de suministros. El reabastecimiento no tripulado por aire y tierra puede mover las cosas más rápido y con menos riesgo para los humanos, y sin las mismas necesidades de agua, alimentos y atención médica. Debido a los sensores que pueden transportar, los sistemas autónomos pueden ampliar el conocimiento de la situación de las fuerzas terrestres en amplias áreas, lo que puede resultar en el uso de menos energía para llevar a cabo misiones, dice el Libro Blanco.
5. Cambiar la cultura: Los futuros comandantes deberán lidiar con un mayor estrés sobre la fuerza, las operaciones con socios conjuntos y multinacionales, una combinación de organizaciones actuales y futuras, sistemas con diversos grados de interoperabilidad y dar sentido a grandes cantidades de información.
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