The Wall Street Journal, 23 de diciembre de 2011.
BUENOS AIRES (Dow
Jones)--Argentina se unió a varias naciones agrícolas como Brasil que han
tomado medidas para limitar la propiedad extranjera de lo que algunos analistas
dicen podría ser uno de los recursos más preciados del siglo XXI: la tierra
cultivable.
Argentina posee
vastas extensiones de tierra arable que le han permitido convertirse en el
principal exportador mundial de harina y aceite de soya, el segundo mayor
exportador de maíz, y el tercero en las exportaciones de soya.
La abundancia de
tierra, combinada con los altos precios de los productos agrícolas, ha
provocado una ola de compras por parte de empresas estadounidenses, chinas y
saudíes.
Pero, temiendo que su
país pierda control de sus campos, la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner, usó su mayoría en el Congreso para aprobar leyes que
podrían poner fin a la adquisición de tierras por parte de inversionistas
extranjeros. El Senado aprobó el proyecto de ley el jueves por la noche por 62
votos a favor y uno en contra.
El proyecto de ley,
que ahora Kirchner deberá promulgar, limita la propiedad de un individuo o
empresa extranjeros a 1.000 hectáreas (2.470 acres). Las empresas holding
existentes están exentas de los límites. Además, no más del
15% de toda la tierra cultivable del país puede estar en manos extranjeras, del
cual hasta un 30% puede pertenecer a personas o empresas del mismo país.
Cerca del 7% de la
tierra cultivable productiva de Argentina, unos 20 millones de hectáreas, ya
está en manos extranjeras, según la Federación Agraria Argentina.Sin embargo, la
verdadera cantidad de propiedad en manos extranjeras no estará clara hasta que
se complete un sondeo a la propiedad de las tierras requerido por la nueva ley.
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