Tácticas de Infantería motorizada, combate abordo; Adiestramiento, Doctrina, CONOPS

Las fuerzas acorazadas actuales constituyen agrupaciones mixtas en la que los carros y la infantería colaboran estrechamente. Los infantes viajan a bordo de VAP/VCI que les permiten mantener el paso de los carros; a veces pueden combatir desde los mismos vehículos, pero la mayoría de las veces deben echar pie a tierra para entrar en combate. Una sección de infantería mecanizada repartida entre cuatro VAP poseen una elevada libertad  de movimiento y pueden responder a las necesidades tácticas con mucha más rapidez que los infantes a pie.

Durante el ataque el jefe de la escuadra intentará combatir desde el vehículo tanto como sea posible y soló ordenara que sus hombres abandonen la protección del VAP cuando estos entren en terrenos cerrados, como arboledas y bosques, o encuentren obstáculos o una poderosa posición contracarro.

 

Esta flexibilidad – combatir desde un medio cuyo blindaje protege contra el fuego de armas ligeras, o bien desmontar y neutralizar fuerzas contracarro con tácticas clásicas de infantería, quizás para después llamar a los VAP, montar en ellos y seguir avanzando – ha obligado a desarrollar una nueva forma de combate para la infantería, aunque sin olvidar cinco reglas de oro:

1. Seguridad.

2. Movimiento.

3. Fuego.

4. Comunicaciones.

5. Presión.

Por las dimensiones del vehículo, al tender una emboscada, debe extremarse el cuidado que se ponga en ocultarlo, tanto por medios naturales como aplicándole camuflaje. Abrir fosos en el terreno, aprovechar casas y establos, vegetación, o situar el vehículo detrás de árboles jóvenes (a través de los cuales se podrá transitar en caso de tener que salir intempestivamente) son algunas de las soluciones posibles. 

 

Como no se puede reorganizar un grupo de vehículos estacionados de la misma forma que se hace con la tropa, es muy importante adoptar todas las medidas de seguridad necesarias. La zona que se pretenda utilizar para el estacionamiento de los transportes oruga debe reconocerse cuidadosamente, así como mantener patrullas de vigilancia constantes mientras los vehículos estén detenidos. Los puestos de guardia estáticos deben situarse a mayor distancia del perímetro de lo que es habitual, lo que a su vez puede crear problemas de enlace entre sí y con el campamento. Debe tenerse en cuenta que inmovilizar a un vehículo en campaña no se reduce a estacionarlo, Cada transporte oruga debe ser capaz de apoyar y defender a los demás y al pelotón de infantes. Para que la infantería mecanizada sea realmente eficaz, los hombres y las máquinas deben trabajar conjuntamente en equipo.

 

Movimiento

Como sucede en una formación de infantes que combaten a pie, las infanterías transportadas en los VAP dependen en gran medida del viejo principio del fuego y movimiento: el pelotón se divide en dos escuadras, una de las cuales hace fuego de supresión sobre el enemigo mientras la otra avanza para luego intercambiar los papeles y hacerlo tantas veces como sea necesario. Pero cuando se opera desde VAP se tienen dos diferencias principales. Primero que su ametralladora pesada puede hacer fuego a distancias mucho mayores; y segundo que el movimiento es unas diez veces más rápido. El jefe de pelotón y también el del vehículo debe procurar el máximo aprovechamiento de todas las virtudes del vehículo desde el que combaten, lo que solo se logra con entrenamiento y planificación.

 

Como en el caso de los carros – y también de los helicópteros cazacarros – la mejor manera de emplazar un VAP es con el casco en desenfilada. Todo su armamento se halla en el techo, mientras que la infantería que va en su interior entra y sale del mismo a través de su portón trasero. Obviamente, si todo el personal puede embarcar y desembarcar a resguardo del fuego enemigo, el conjunto de la operación resultará mucho más seguro. Los vehículos pueden desplazarse en desenfilada  -- a lo largo de carreteras y caminos con setos y taludes a ambos lados, por ejemplo – para dificultar la observación del enemigo. Ello añade valor a la efectividad de estos medios, aunque les deja menos espacio para maniobrar en caso de ser atacados. 

 

Los jefes de unidad deben tener en cuenta todos estos factores cuando ataquen utilizando transportes oruga. La velocidad del vehículo ofrece la posibilidad de rebasar las posiciones del enemigo (en especial si este ha descuidado los preparativos contracarro), pero también representa el peligro de extender desmesuradamente el eje de ataque, es decir, de que la vanguardia se vea envuelta en una serie de escaramuzas aisladas e inútiles a la hora de ganar terreno, propensas además de crear situaciones de embolsamiento.  

Cuando se combate a pie, el infante puede disparar al tiempo que avanza si la situación lo requiere. Cuando se opera con vehículos la planificación debe ser más detallada, aunque el transporte M-113 se caracteriza sobre todo por una elevada flexibilidad. Puede cruzar trincheras y zanjas de casi dos metros de anchura, así como superar pendientes de hasta 60º. 

 

Transmisiones

El enlace entre los vehículos se consigue por radio. Además de los equipos instalados en los VAP, los jefes de sección y los pelotones suelen disponer de sus transceptores de radio personales. Ello significa que las transmisiones son mejores entre los miembros de una unidad de infantería montada que entre la tropa a pie, lo que redunda de nuevo en la movilidad y en la capacidad de respuesta, pero trae como agravante que el enemigo al escuchar las transmisiones también pueda ubicar las posiciones de los efectivos. Además de los radios, la tropa montada en VAP dispone de otras ayudas, como son los binoculares y los metascopios AN/PAS-6 para la observación general, el periscopio IR M19 del conductor y los visores AN/PVS y AN/TVS de las distintas armas a bordo.

 

Debido a que los VAP son vulnerables incluso a las arma contracarro portátiles, es muy importante no dejar al enemigo tiempo para reagruparse y lanzar al combate a sus especialistas contracarro. La velocidad a la que el M-113 puede desplazarse a campo través da al jefe de la unidad de infantes de abordo una notable ventaja en ese sentido, pero sobre todo debe preocuparse de concentrar una elevada potencia de fuego sobre el enemigo. En un combate es muy importante la posibilidad de ir de un lugar a otro rápidamente, pero aún mas la cantidad de potencia de fuego que se posea.

El jefe de sección  debe pensar también en los suministros: munición, víveres y combustible.

 

Los misiles contracarro

El peor enemigo del VAP es el misil contracarro, tan ligero y compacto que hasta las unidades menores pueden llevarlo. En el VAP la principal defensa es el mismo conductor.  Su pericia en aprovechar el terreno para mantener el vehículo fuera de las vistas del enemigo, así como llevar el VAP a través de zonas difíciles en vez de por terrenos descubiertos, puede resultar vital para evitar el ataque de los misiles. Este tipo de conducción en combate debe practicarse una y otra vez hasta que forme parte  de la segunda naturaleza de la tripulación. Deben tomarse en cuenta estas normas:

1. Aprovechar todos los abrigos existentes.

2. Evitar destacarse en el horizonte.

3. Cruzar a toda velocidad incluso los menoress terrenos descubiertos.

4. No salir directamente hacia delante de las posiciones de tiro desenfiladas.

 

 

Fuente : Comando 1-16 _Pag221, Enciclopedia impresa