The Wall Street Journal Americas, 15 de enero de 2012.
LONDRES— La industria de la banca de inversión, notoriamente proclive a contrataciones y despidos cíclicos durante los auges y crisis, está en medio de una reducción que podría ser más perdurable.
El anuncio hecho el jueves por Royal Bank of Scotland Group PLC, en el cual indicó que eliminará miles de empleos y se retirará de varias líneas de negocios en su banca de inversión deja de manifiesto el significativo cambio de rumbo en algunos bancos en Europa que, hasta hace poco, aspiraban a competir al mismo nivel de los pesos pesados tradicionales como Goldman Sachs Group Inc.
Bancos desde RBS a UBS AG y el italiano UniCredit SpA anunciaron recortes en las últimas semanas que van más allá de los retrocesos estratégicos durante un mercado a la baja. Incluso jugadores de la industria más sólidos, como Credit Suisse Grop AG, toman medidas bancarias que muestran cuánta presión soporta la industria para adaptarse a nuevas realidades.
Además de la eliminación de 3.500 empleos, RBS afirmó que cerrará cuatro divisiones en el núcleo del negocio de la banda de inversión, incluyendo colocación de activos bursátiles y asesoría para fusiones y adquisiciones. A diferencia de otros bancos que reducen partes de sus bancos de inversión, RBS recibió presión política directa para hacerlo, cuando el ministro de Hacienda británico George Osborne dijo en público el mes pasado que debería reducir el tamaño de esa unidad para limitar su riesgo.
El banco británico, que antes de la crisis financiera tenía altas ambiciones bajo la conducción del ex presidente ejecutivo Fred Goodwin, ahora planea concentrarse en negocios que estén más cerca a su negocio básico de préstamos, como colocación de bonos y corretaje de divisas extranjeras. RBS, del cual el gobierno británico aún posee un 83% luego de un rescate hace tres años, afirmó que está ajustando su tamaño debido a las hostiles condiciones en el mercado y las mayores regulaciones que dificultan obtener ganancias en esos negocios.
Ejecutivos de RBS afirmaron que hacer negocios en áreas como fusiones y adquisiciones sin ser uno de los participantes más destacados se volvió indefendible. El banco de inversión de RBS enfrenta particulares limitaciones por parte de las nuevas reglas británicas que obligarían a los bancos a aislar sus negocios mayoristas de sus operaciones minoristas, que los bancos suelen usar para financiar sus actividades más riesgosas.
RBS también planea vender algunos de sus negocios bancarios de valores en efectivo en Asia tras un análisis mercado por mercado, indicó una fuente al tanto. RBS ya recibió señales de interés de compradores chinos y japoneses por algunas de esas unidades, sostuvo la fuente.
Se no prevé que los recortes tengan un gran impacto en las operaciones de banca de inversión en EE.UU., que tienen sede en Stamford, estado de Connecticut. Anteriormente conocida como RBS Greenwich Capital, la firma tiene 2.300 empleados y se concentra principalmente en mercados de ingresos fijos.
Una persona al tanto de los planes del banco afirmó que podrían producirse algunos recortes de empleos, pero el nivel general probablemente se mantendrá "bastante estable". RBS también es dueña de Citizens Bank en EE.UU., un prestamista regional con más de 1.500 filiales en 12 estados.
La industria de la banca de inversión tiende a inflarse en las buenas épocas —como sucedió en el período antes de 2008— y a reducirse luego de crisis financieras, o cualquier otro período, como el actual, cuando las ganancias se reducen. Como consecuencia, es probable que al menos algunos de los recortes actuales resulten ser temporales cuando las nubes financieras y económicas se alejen de Europa y negocios como fusiones y adquisiciones y colocación de activos recuperen su vitalidad.
No obstante, observadores de la industria afirmaron que porciones de los recortes en marcha probablemente no sean revertidos, al menos no en el futuro cercano. Aunque las medidas más significativas se producen en Europa, la región juega un rol importante en la industria global, así que los cambios probablemente afecten el panorama de la competitividad en EE.UU. y otros lugares.
"Hay algo que parece un cambio permanente en esto", afirmó Douglas Elliott, un experimentado banquero de inversión que ahora es investigador en el centro de estudios Brookings Institution. "Esto es similar a lo que sucedió luego de la Gran Depresión. Será más difícil ganar mucho dinero, lo cual motiva a las firmas a reconsiderar y reducirse".
Por un lado, el negocio ya no es tan atractivo debido a las potenciales enormes pérdidas en mercados bajistas. Pero el mayor cambio es que las nuevas regulaciones simplemente están volviendo menos lucrativos a los bancos de inversión. El acuerdo de Basilea, firmado el año pasado por la mayoría de los países con bancos internacionales, requiere que los prestamistas reserven mayores reservas para cubrir potenciales pérdidas en ciertas actividades de banca de inversión. Países como Suiza y el Reino Unido, cuyas industrias bancarias requirieron grandes rescates de los contribuyentes, han impuesto restricciones aún mayores a sus bancos.
La combinación de regulaciones más estrictas y la consolidación del poder de banca de inversión entre unas pocas firmas "va a requerir un cambio permanente en la industria", una transformación que ya se encuentra en camino en los bancos de inversión de mediano tamaño en Europa, dijo Robert Law, un analista de banca de Nomura Securities. "Creo que es una reevaluación permanente de las áreas en las que desean estar y la rentabilidad que pueden obtener en ciertas líneas de negocio".
—Fiona Law y Robin Sidel contribuyeron a este artículo.
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